Has tu varita Magica!


Materiales

  • Cilindro de madera del tamaño que quieras tu varita
  • Cordón de chaqueta
  • Una cubeta con agua caliente
  • Una cuenca con un agujero grande
  • Un clavo que se acomode en el agujero de tu cuenca y que sea aproximadamente ½” (1.27 cm) mas
  • grande que tu cuenca.
  • Stain para madera
  • Martillo
  • Una pequeña pieza sobrante de vela
  • Pegamento fuerte
  • Lija
  • Tijeras
  • Un pin de ropa o un sujetador pequeño
  • Servilletas de papel
  • Un trapo largo
  • Torunda de algodón
  • Algo para proteger la cima de tu mesa.

Instrucciones

Usando la lija, has más delgado un extremo del cilindro de madera y redondea la punta.
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Embarra el stain para madera en el cilindro usando las servilletas de papel.
Deja secar cierto tiempo entre cada capa, repite hasta que consigas el color que te guste.
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Frota los restos de vela por toda la varita. Si su madera esta hecha con sellador omita este paso.
Usa el trapo para bruñir la cera en tu varita.
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Pon tu cordón de chaqueta dentro de la cubeta con agua caliente y déjalo remojar por un minuto.
Cuando creas que esta suficientemente suave, sácala y exprímela en tu trapo.
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Empieza a hacer nudos colocando un extremo del cordón en el extremo de tu varita y envolviendo el cordón alrededor dos veces para cubrir el final.
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Toma el cordón y crúzalo sobre el frente de tu varita.
Ve atrás de la varita con el cordón y saca el bucle en el lado derecho de la varita.
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Asegúrate de que el cordón se mantenga suave y que no se enrede, aprieta fuerte lejos del nudo a continuación regrésalo lo mas cerca del nudo que hicimos antes.
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Nota del autor: Quieres mantener cada nudo muy junto al pasado. El cuero se reducirá un poco cuando se seque, si había alguna “laguna” entre los nudos, esta se hará más grande cuando se seque. La imagen de la izquierda muestra la forma incorrecta de hacerlo, la imagen de la derecha muestra la manera correcta.
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Continúa haciendo nudos hasta que el mango este tan largo como quieras, asegurándote de que estas cruzando el cordón sobre la cima de la varita en la misma dirección.
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Cuando el mango tenga la longitud deseada, gira el cordón cuatro veces para asegurarte de que todo quede en su lugar.
Usando el pin de ropa o el sujetador pequeño, sujeta el cordón hacia abajo para que seque.
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Deja que el cordón seque durante la noche.
Una vez seco, remueve el sujetador y levante una vuelta del cordón.
En este punto, el cordón se debe haber formado, permanentemente, en espirales.
Aplica una pequeña cantidad de pegamento fuerte y re-enrolla el espiral alrededor, apretando fuerte.
Una la torunda de algodón o la punta del dedo para quitar todo el pegamento que se desparramo cuando re-enrollaste.
En ese lugar pon el sujetador y deja unas horas para que seque, a continuación remueve el sujetador y corta cerca del mango.
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Dobla tu trapo cuantas veces puedas.
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Pon la punta redondeada de la varita en tu trapo doblado.
Toma la cuenca e introduce el clavo por el agujero, pon la punta del clavo sobre el otro extremo de la varita.
Suavemente, clava el calvo en la varita, asegurándote que la punta redonda de la varita este apretada contra el trapo.
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¡TADA! ¡Tu propia varita!

Producto final

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